La participación de los trabajadores y la responsabilidad social corporativa están estrechamente relacionadas. La responsabilidad social corporativa (RSC) se refiere a la obligación de las empresas de tomar en cuenta el impacto social y ambiental de sus actividades en sus decisiones empresariales y en su relación con todas las partes interesadas (stakeholders), incluidos los trabajadores, los clientes, los proveedores, las organizaciones de su ámbito local, de su comunidad, etc.

Una de las áreas clave de la RSC es la responsabilidad social laboral, que se refiere a las prácticas laborales éticas y justas de la empresa, incluida la seguridad y la salud laboral, la igualdad de oportunidades, la diversidad e inclusión, la prevención de situaciones de discriminación, la formación y el desarrollo profesional de los trabajadores y la participación de los trabajadores en la toma de decisiones empresariales.

La participación de los trabajadores en la toma de decisiones es fundamental para lograr una RSC efectiva. Cuando los trabajadores tienen voz en las decisiones que afectan su trabajo, se sienten valorados y comprometidos con la empresa. Además, pueden aportar sus conocimientos y experiencia para mejorar las prácticas laborales y contribuir a una toma de decisiones más responsables socialmente.

Por lo tanto, una empresa que promueve la participación de los trabajadores en la toma de decisiones puede ser vista como más responsable socialmente y, en última instancia, puede mejorar su reputación y su capacidad para atraer y retener talento.