Sara Alonso Fernández TSJ Madrid
Sara Alonso Fernández
Formación académica y Trayectoria
En la actualidad, desde el 2015, es Juez de Adscripción Territorial, adscrita al TSJ de Madrid. Accedió a la carrera judicial en el 2009, por el turno libre, tras finalizar la carrera de Derecho en la Universidad Carlos III de Madrid. Después de pasar siete años en su primer destino, un Juzgado de Primera Instancia e Instrucción en una localidad de Toledo, con competencia en Violencia de Género, y en el que ejerció durante unos cuatro años las funciones de Decana, ascendió a Magistrada, pasando una breve estancia en un Juzgado, también mixto, de Navalcarnero, desde donde se adentró en la jurisdicción social, donde ya lleva más de tres años, sirviendo en los Juzgados de Refuerzo de Madrid.
Recibe el premio Fetico Aequalitas por su labor en materia de igualdad y su esfuerzo por fomentar la igualdad, diversidad e inclusión.
P: Como magistrada de la jurisdicción social y conocedora de primera mano, de la realidad jurídico laboral de la mujer, si tuvieras que identificar la causa principal de la evidente diferencia salarial entre el hombre y la mujer, ¿cuál considerarías que sería?
R: Desde mi punto de vista, es clave en esta materia la existencia de adecuadas políticas de conciliación de la vida personal y familiar, para padres y madres. Muchas veces esta desigualdad retributiva proviene de que frenamos nuestras carreras profesionales para atender a nuestras necesidades familiares por la ausencia de mecanismos realmente efectivos de conciliación.
P:¿Crees que los mecanismos vigentes tanto a nivel convencional, estatutario y empresarial, respecto a la protección de la mujer frente a la violencia de género y el acoso, están siendo realmente efectivos o crees que el legislador, el empresario y los representantes de los trabajadores podrían desarrollar procedimientos que resultasen más efectivos?
R: Sin perjuicio de que hay avances indudables en esta materia, siempre se puede hacer más. Ya contamos con procedimientos específicos para la tutela de derechos fundamentales, de carácter preferente, con intervención del Ministerio Fiscal, y muchas empresas tienen instaurados protocolos anti acoso, pero, por supuesto, es deseable una mayor implicación de todos los agentes sociales en esta cuestión para eludir el problema desde el origen, como seminarios anti-acoso, que ayuden a la detección y deseable evitación del conflicto.
P:¿Consideras adecuadas a la realidad sociolaboral de los trabajadores y trabajadoras, las políticas de conciliación laboral y familiar existentes en España?
R: Existen sistemas de conciliación de la vida personal y familiar, y procedimiento judicial también preferente en esta materia, aunque, como decía, todo es susceptible de mejora. El tele trabajo, la existencia de guarderías en las empresas, públicas y privadas, la flexibilidad horaria, entre otros, son mecanismos en los que sería deseable profundizar, más allá de las reducciones de jornada con la reducción proporcional de salario, o de las excedencias para cuidado de hijo, que son medios que ya existen, y que pueden ser adecuados para algunas familias pero no para todas, por el impacto económico que en ellas genera.
P: Ante un panorama legislativo en el que cada vez cobra más importancia la normativa y jurisprudencia europea y en el que la doctrina de nuestros tribunales tiene que adaptarse cada vez más rápido a la misma, ¿piensas que Europa tendrá o deberá tener un mayor protagonismo en materia de igualdad y política salarial?
R: Sin duda. Nuestra pertenencia a la UE está concebida no sólo desde el punto de vista económico, sino también político y social, y cada vez es mayor el impacto de la jurisprudencia europea del TJUE en nuestro sistema judicial.
P: Si tuvieras que identificar, en general, grandes tareas pendientes en relación con los derechos de las mujeres, ¿cuáles serían?
R: Ahondando en lo que venimos comentando, y sin perjuicio de que son muchas las aristas de este tema, desde el punto de vista laboral, creo que la conciliación de la vida personal y familiar es una de las claves. Todos los esfuerzos que se realicen en esta cuestión serán bienvenidos y redundarían, en mi opinión, en una mejora del sistema no sólo para las mujeres, sino para todos los implicados en una relación laboral.